domingo, mayo 17, 2009

El siguiente es un breve ensayo, prácticamente un borrador sobre algunas disertaciones de algo que podría llamar “Estructura y diferencia” aplicada al campo de la producción artística. Adolece de una documentación adecuada, sobre todo la última parte. Pido perdón por ello, pero la intención es más que nada iniciar una discusión al respecto.

La manzana de Newton


Hablábamos, sobre “el caballero del piñon fijo” (de Trillo –Mandrafina) yo decía que era una obra tan cuidadosa, que parecía un ejercicio literario, y remataba que le faltaba esa “cuota de genialidad”. Se me retrucó que “Maradona era un tipo normal pero tenía una cuota de genialidad” “a mc kosher le falta una cuota de genialidad” y así…

Quiero detenerme es esa “cuota de genialidad”. Es inútil construir la falsa dicotomía de obras malas y obras con “cuotas de genialidad”. Porque una obra de arte no es solo genialidad y talento. Una obra, cualquier obra, es principalmente estructura. Y es la estructura lo que hace posible que un mínimo o no de talento, de genialidad haga la diferencia. Maradona podría jugar en Libertad de sunchales, y todo su talento no alcanzaría para marcar diferencia, ¿de qué te sirve un tipo que mete 5 goles si antes te hacen 10? La estructura juega en contra. Es que para marcar diferencia hay que conseguir primero una igualdad. Se podría decir que libertad de sunchales no necesita un Maradona sino un Napoleon. Y entonces deberíamos reflexionar sobre los tipos de talentos y los tipos de estructuras. Ya que de la estructura depende la capacidad de desarrollo de ese talento.

Volviendo al tema. Spawn por ejemplo, estructuralmente está mal compuesta. Es un pacto con el diablo escrito sin recursos ni literarios ni de ningún otro tipo. Cuando Mc Farlante escribió Spawn no imagino el universo de los pactos diabólicos, no se pregunto ¿Qué es un dios? ¿Qué es un demonio? ¿Por qué un demonio puede querer un alma?(1) Ni mucho menos ¿Qué es un alma? Y ni siquiera tomo prestado un universo imaginado por otro(2). En el caso de Spawn una tonelada de genialidad se desperdiciaría, se perdería en los intersticios de una obra mal construida. Incapaz de aprovechar la inspiración que pueda aparecer.

De todo esto se deduce la importancia de la estructura.

Estructura sobre estructura

Kant estableció el concepto de esquema. Los esquemas nos sirven para organizar el pensamiento, y en cierto modo hacerlo posible. Cualquier suceso del mundo y cualquier idea es posible caparla en tanto se halle dentro de un esquema(3). Un ejemplo puede ser la causalidad. Sabemos que un acontecimiento A es consecuencia de un acontecimiento B en tanto uno se suceda del otro. El tiempo es el esquema que nos permite relacionar esos acontecimientos. Pero un esquema puede ser mucho más complejo que la simple sucesión en el tiempo. En el caballero del piñón fijo, por ejemplo, el esquema son las novelas de caballeros andantes. Con su mundo de posibilidades más o menos pautadas. El caballero cumple ordenes del rey, va a cumplir una misión, en el camino se encuentra ciertos personajes que se definen en relación a ese rey y a ese mundo. Pero la historia, a pesar del relato que sirve como esquema, no es una historia de caballeros andantes. Podría ser una historia sobre narcotraficantes(4). De ahí, está a la libertad del autor, las figuras y situaciones que pueden llegar a surgir de este juego de conceptos. Es interesante el coro, por ejemplo que hace la función de los coros de las obras de teatro griegas. Pero se parece más a una banda de jazz.

El problema de la historieta esta precisamente en esos grados de libertad, donde el juego de esquemas lejos de crear figuras interesantes o al menos inesperadas (pero lógicamente posibles) termina derrapando en chistes al menos fáciles.
Pero los esquemas no solamente están presentes en estos tipos de relatos. Toda historia en su proceso de construcción obedece en algún sentido a un esquema. Pensemos un momento una historia policial. A priori ya tenemos una serie de personajes y acontecimientos ya pautados (en el esquema o en la estructura) es decir, un crimen; que de por si supone un criminal, un policía o investigador, y una víctima. Si abrimos juego vamos a ver como a su vez casi recursivamente se nos van a ir agregando elementos que la narrativa policial ya ha puesto en nuestras cabezas. Y aquí es donde sería prudente abandonar el concepto de esquema, pues para pensar la construcción de una historia; la estructura puede parecerse más a una escala musical.

Componer una canción en determinada escala supone un universo de notas posibles (dentro de la escala) y a su vez un universo de notas disonantes (fuera de la escala). La escala de LA menor por ejemplo, no contiene un RE#. Puedo, sin embargo, en mi composición musical incluir un RE# a pesar de la escala. Del mismo modo que en mi policial negro puedo meter platos voladores. Pero entonces mi canción no será del todo en LA menor ni mi relato será del todo un policial negro.

Al escribir un policial negro tengo el esquema del policial negro en mi mente (que en parte viene dado por el mundo real, porque los crímenes existen, así como los policías, las victimas y los criminales; y en parte viene dado por el mundo de relatos escritos en ese Genero) También tengo la estructura del relato, que se mide en términos de intensidad dramática, presentación, conflicto, desarrollo y desenlace. Y tengo por último, la historia que estoy contando.

En una historia de género, estos niveles se asimilaran al punto de casi no poder distinguirlos. En el relato policial, la estructura del relato esta en conflicto con la historia que se cuenta. El crimen con su intensidad dramática, no es el centro del relato. Podríamos decir que la estructura del relato es una suerte de “moral policial”, pues el relato policial no cuenta una historia, la historia de un crimen, pretende descubrirla, desde el descubrimiento del criminal(5).

La manzanita

No se ha escrito poco sobre esta imagen de la inspiración o la genialidad, como para tomarla tan a la ligera. Max weber, uno de los padres de la sociología. En “El político y el científico” hacía mención sobre la inspiración o la genialidad necesaria para que todo científico pueda imaginar una respuesta inimaginada a un problema científico. Weber relacionaba a la ciencia con el arte del romanticismo, donde la producción científica y el arte se confundían en un mismo cuerpo de conocimiento. Leonardo Da Vinci no era solo artista, también era un científico, imaginando respuestas posibles a las necesidades de la época. Construyendo intuitivamente reglas para predecir el compotamiento de las cosas del mundo. Por otro lado Karl Popper, cuando planteaba el Modelo hipotético deductivo, hacía referencia a dos instancias de la producción científica, el contexto de descubrimiento, que dependía de la inspiración, y era la capacidad, el talento del científico para imaginar una respuesta a un problema. El contexto de descubrimiento, era para Popper, la parte acientífica del proceso científico, en tanto no era posible de explicar. Y después estaba, el contexto de explicación. Que vendría a ser la instancia lógica (amparada en el modus tollens), propiamente científica donde el conocimiento se replica. Sin descubrimiento, el conocimiento no es posible, pero sin explicación; no tiene sentido.

Es posible, tomando en cuenta lo dicho hasta aquí, simular un conocimiento explicando científicamente lo que no se ha descubierto(6). Como construir una obra de arte, solo metiendo mano a estructuras de escritura y genero.

Lo importante aquí es tomar en cuenta la importancia de este doble juego de estructura y diferencia. Y como la genialidad, el talento, la personalidad, o como le llámenos a aquello que marca la diferencia en toda producción artística, precisa una estructura que haga posible su desenvolvimiento. Es conocida esa historia, según la cual Newton descubrió la gravedad a partir de la caída de una manzana. Podríamos decir que la estructura es el esquema cognitivo que hizo posible el descubrimiento de la gravedad, y el talento es la manzana.





Notas.


1.Cosas que si se pregunto preguntó Neil Gaiman al momento de escribir Sandman
2. Es lo que hace Stephen King cuando escribe sobre vampiros por ejemplo, donde el universo de los relatos de vampiros ha sido imaginado por Bram Stoker.
3. El razonamiento de Kant es bastante más complejo “En todo conocimiento hay, además de la multiplicidad de las impresiones, un determinado procedimiento sintético de la imaginación, el cual, considerado él mismo como una representación, es el esquema; ya sabemos que la representación de la regla de ese proceder como unidad que vale para una infinidad de casos posibles es el concepto. El esquema de un concepto es "la representación de un proceder general de la imaginación para proporcionar a ese concepto su imagen".”Felipe Gimenez (http://www.filosofia.net/materiales/tem/kant.htm) donde imagen funciona como producto de la imaginación en tanto esta es definida como “la facultad de producir representaciones sensibles sin "tener delante" un objeto que les corresponda” (ídem) Es interesante la lectura que hace Rudolf Otto sobre el concepto de esquema.
4. Para pensar esto de los esquemas en sentido humorístico siempre recuerdo un episodio de Ren y Stimpy, donde se contaba una historia típica sobre la fiebre del Oro en EEUU pero en vez de Oro lo que se sacaba de las minas (¡con dinamita!) era queso. Había una escena brillante donde dentro de la mina, bajo tierra, sentían olor a gas, entonces uno traía un canario en una jaula. El canario, que estaba caracterizado y humanizado como una suerte de chanta animado, olfateaba en todas direcciones y decía “tranquilos que no hay gas” inmediatamente se prendía un pucho y explotaba todo. Nótese que el canario es un elemento típico del mundo de la minería de antaño, y eran usados para saber si habían pérdidas de gas o falta de aire en las minas. El canario forma parte del esquema. El resto, es lo que hace el autor con sus grados de libertad.
5.Soy consciente que no soy el primero al que se le ocurre analizar la novela policial en sentido de estructura sobre estructura. Pero para eso hay que dejar de lado la tonta idea de que el objetivo del relato policial es buscar al culpable. Acaso no nos interesa saber también ¿porqué lo hizo?
6.Serian, para weber, científicos mediocres. Encerrados en la prisión de la burocracia, especialistas de detalles, gente que sabe mucho de muy poco.
7. para hacer más amigable la lectura puse por ahi una imagen de kant. ¿Vieron que apuesto? Un ganador nato.

4 comentarios:

Brian Janchez dijo...

ah, a mc kosher le falta una cuota de genialidad?
brian.

Ricardo De Luca dijo...

son tus palabras, janchez...

Brian Janchez dijo...

pense que eran palabras de los amigos de jonathan. ese sherman, que picaron que es.
brian.

Ricardo De Luca dijo...

es un pillo, jeje